“El caso Asunta”: la historia del asesinato de una niña china por sus padres adoptivos que conmocionó a España (2024)

Pero su vida no fue fácil. Nació en la ciudad de Yongzhou, en China, el 30 de septiembre del 2000. Sus padres biológicos, que le pusieron como nombre Fang Yong, la abandonaron. Fue dada en adopción a la pareja conformada por el periodista español Alfonso Basterra y la abogada Rosario Porto (hija de una prominente jurista retirado, rico), cuando tenía un año.

Vivió con ellos desde septiembre de 2001, hasta el mismo mes del 2013, cuando fue asesinada. Su deceso, como su vida, tampoco fue fácil. Por lo menos no fue sencillo investigarlo, explicarlo. Aunque ya pasaron diez años, aun cuando los responsables fueron condenados por la justicia española a pagar 18 años de prisión, la manera en que ocurrieron los hechos y la razón por la que la mataron sigue siendo un enigma.

Se sabe que la presunta asesina fue su madre adoptiva, quien la habría asfixiado en la casa de campo familiar durante la noche del 21 de septiembre de 2013, cuando la menor tenía 12 años y estaba cerca de llegar a los 13. Se dice que su padre, quien se había separado de su esposa por una infidelidad en enero de ese año, fue cómplice en los hechos.

El asesinato de Asunta, al parecer, fue la consecuencia del divorcio de sus padres adoptivos. Por un lado debido a que esa fue la razón por la que su padre se fue de la casa para vivir en un apartamento cerca de la casa en la que ella se quedó con su madre.

Por otro, debido a que, presuntamente, esa situación llevó a que su madre –que padecía de inestabilidad emocional, sufría de depresión profunda y vivió varias crisis de ansiedad–, tuviera que recibir tratamiento clínico con medicamentos como Lorazepam en repetidas ocasiones.

El fármaco, que sirve para sedar el cuerpo, era comprado por su padre y rastros del mismo fueron hallados en la autopsia que le hicieron al cuerpo de la menor. Meses antes de que fuera asesinada, la niña mostró señales de somnolencia durante sus clases de música y le dijo a la profesora que su madre le daba un polvo que le permitía dormir.

El asesinato y sus consecuencias

El cuerpo de Asunta fue encontrado por una pareja de jóvenes en la madrugada del 22 de septiembre de 2013. Estaba amarrada con unas cuerdas de color naranja y la policía gallega llevaba varias horas buscándola, pues sus padres habían puesto una denuncia de que estaba desaparecida desde la noche. Al parecer, su madre la asfixió y la dejó tirada.

Después de que hallaron el cuerpo sin vida de la menor, las autoridades empezaron un proceso de interrogatorios a los padres Asunta. También inspeccionaron las casas en las que tenían. Ahí fue cuando se dieron cuenta que algo no cuadraba. Las víctimas empezaron a ser vistos como victimarios.

Por un lado, porque hubo contradicciones en las versiones que dieron en relación con pruebas que obtuvieron las autoridades como videos de cámaras de seguridad. La madre de la menor aseguró que la había dejado sola en su casa y cuando regresó no estaba. Sin embargo, en las tomas de la videocámara se ve que salieron juntas.

El padre, por su parte, dijo que toda la tarde del día en que ocurrieron los hechos había estado leyendo. Pero hubo videos que desmintieron esa versión. Además, las autoridades hallaron en la casa de campo de la familia un tubo de cuerda naranja igual a la que envolvía el cuerpo de Asunta cuando la encontraron sin vida.